Es emocionante saber que existen muchas
herramientas que nos permiten colaborar en línea y así aprender unos de
otros. Antes que tuviéramos la
Web 2.0 teníamos que encontrar tiempo en nuestras ocupadas vidas para reunirnos
y así planear actividades interdisciplinarias para nuestros alumnos. Ahora
resulta tan sencillo juntarse por Internet y compartir
documentos de trabajo. Y no nada más compartir los documentos para que todos
los revisen y comenten, ahora ya también pueden todos los participantes editar
un mismo documento y juntos construirlo.
Impartí un curso de colaboración a
maestros donde utilizaron 3 herramientas muy buenas para colaborar en línea.
La primera herramienta que utilizaron fue Twiddla. Los participantes se dividieron en grupos de 4 personas
compartiendo una misma hoja de dibujo (similar a un pizarrón blanco). El reto fue
dibujar en equipo un aparato tecnológico en un mismo espacio de trabajo, desde
diferentes computadoras o tabletas, y así experimentar la colaboración en línea
tal cual la experimentarían sus alumnos. Se les pidió no utilizar la comunicación oral,
solamente el chat que ofrece Twiddla, para lograr dibujar como equipo.
Una vez que terminaron la tarea, pasaron
a una reflexión grupal donde tuvieron que pensar sobre las habilidades que son
necesarias para una colaboración realmente efectiva. Para compartir las
reflexiones, los participantes utilizaron corkboard, un corcho virtual donde pegaron stickies expresando sus puntos de vista. Fue muy interesante ver cómo los
maestros después de haber tratado de colaborar en línea y dibujar una imagen en
común (¡no eran expertos en dibujo y mucho menos dibujo electrónico!), pudieron darse
cuenta inmediatamente que la claridad, el respeto, la puntualidad, el compromiso
y la disposición son aspectos relevantes para una colaboración realmente efectiva… mismos aspectos que son elementales dentro de un trabajo en equipo presencial.
Finalmente llegamos a la parte principal
del curso, la introducción a Google Docs. Los maestros crearon un documento,
invitaron a varios colegas a participar y produjeron en grupos pequeños una actividad para utilizar con sus alumnos.
Pronto se dieron cuenta de las múltiples
ventajas. Google Docs se manejaba como un procesador de palabras similar a
Word, era sumamente amigable y fácil de manejar. Los participantes trabajaban
sobre una misma copia, eliminando riesgos de escribir sobre versiones anteriores. No había necesidad de estar sentados
lado a lado. Podían estar en mesas diferentes y seguir colaborando. Los que no
terminaron, pudieron trabajar más noche o en los días siguientes, dentro de sus
propios tiempos y desde sus casas. Adicionalmente, aprendieron que si cometían algún
error, tenían la opción de
utilizar el historial de aportaciones y regresarse a versiones pasadas.
Una observación importante fue que los
maestros que portaban iPads sí pudieron acceder a documentos Google cuando fueron
invitados a participar, sin embargo el dispositivo no les permitió crear un documento nuevo.
Esperemos que pronto se realicen actualizaciones y permitan la creación de Google Docs
en los iPads.
Los participantes salieron listos para probar Google Docs con sus alumnos, con los padres de familia y con sus
colegas.
Me gustaría conocer tus experiencias con
Google Docs en el salón de clase. Si quieres compartir, te invito a que compartas con un
comentario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario